miércoles, 20 de junio de 2012

El verano,...y ahora... ¿qué hacemos con los niños?

"El curso está llegando a su fin, una semana más y... se acabó".
¿Cómo pronunciamos esa frase?:
  • ¿Lo hacemos con nostalgia atendiendo sobre todo a lo que se acaba?. ¿Por qué razones?.
  • ¿Lo hacemos con ilusión y ganas por la oportunidad que se nos presenta a continuación?. ¿Por qué razones?.
Alternativas para atender a los hijos conforme necesitan.

En la educación de nuestros hijos nada hay que surja por casualidad; por lo tanto, ¿nos conviene prever lo que ocurrirá cuando el curso termine?, ¿sabemos ya de antemano lo que puede suceder cuando de repente nos encontremos que los vamos a tener en casa a piñón las 24 h. del día?.
Para que esto tenga consistencia, sea realmente una postura madura nos conviene:
1.- PREVER EN PAREJA lo que va a suponer los dos meses de julio y agosto con los hijos totalmente de vacaciones:  
  • Qué objetivos queremos conseguir, qué nos proponemos alcanzar al final de este período.
  • Qué medios vamos a necesitar para conseguir esos objetivos.
  • Cómo administrar el tiempo: en qué lo vamos a emplear, cómo, dónde y con qué y con quién.
  • Cómo vamos a llevar el adecuado acompañamiento que nuestros hijos necesitarán.
  • Qué recursos podrán complementar nuestra labor como padres educadores en los espacios en que no podamos ESTAR.
  • Cómo hacer para que nuestros hijos se sientan motivados en este proceso y lo vean como una oportunidad no sólo de vivir una novedad sino también para seguir creciendo y madurando.
  • Qué alternativas viables poderles presentar para que ellos elijan aquélla que más responda a sus intereses y necesidades -habiendo valorado nosotros tanto la viabilidad de todas ellas como su positividad-.
    • Ver posibilidades de "campamentos urbanos" o actividades  organizadas por los centros escolares durante el período estival.
    • Igualmente otras organizadas por los ayuntamientos, parroquias, etc... y que sean unas y otras compatibles con nuestra realidad sociolaboral.
2.-  ORGANIZAR JUNTOS el tiempo libre:
  • Diseñados ya varios "planes" de acuerdo con la realidad de nuestros hijos y sus necesidades:
    • Podemos sencillamente presentárselos abiertamente y animarles a ver ventajas e inconvenientes de cada uno de esos planes y que ellos finalmente elijan aquél que mejor se corresponda con sus necesidades.
    • Presentarles sólo aquél plan que consideremos el único o bien el más viable de todos los posibles (hacer esto o bien lo anterior depende siempre de aquello que queramos conseguir, está en función de nuestros objetivos y de las realidades que tengamos en casa).
    • Partir de los objetivos que los padres consideremos irrenunciables y que ellos, atendiendo a esas metas, elijan dentro del abanico de posibilidades que les presentemos para lograr esas finalidades.
  • Redactar finalmente los acuerdos adoptados y comprometernos a cumplirlos adecuadamente, así como revisarlos con regularidad para garantizar un buen seguimiento, valorar logros y corregir desvíos o errores.
3.- COORDINARNOS con los recursos comunitarios:
  • Si no podemos garantizar nuestra presencia de ninguno de los dos durante ciertos momentos del día:
    • Habiendo contactado con los recursos comunitarios y actividades correspondientes (campamentos urbanos, actividades de verano en los colegios,...) compartir con ellos los datos necesarios para garantizar la comunicación en cualquier caso de urgencia o necesidad.
    • Mantener contactos regulares con la intención de colaborar mutuamente en la labor educactiva con los hijos, intercambiar informaciones de interés para ambas partes, etc...
Elementos irrenunciables.
  1. Llevar nosotros la iniciativa, prever situaciones y buscar alternativas viables desde nuestras posibilidades reales.
  2. Contar con nuestros hijos siempre, tengan las edades que tengan, hacerles partícipes de alguna manera de las decisiones antes de ser tomadas o bien una vez adoptadas darles competencias en su realización (son clave la corresponsabilidad y la motivación). (Cuando mayores sean los hijos mayor debe ser su implicación empezando desde el mismo diseño de distintas opciones hasta su desarrollo final).
  3. Establecer una buena comunicación con los recursos comunitarios que puedan complementarse con nosotros en nuestro plan familiar de vacaciones.
  4. ...
Las vacaciones son una OPORTUNIDAD para entablar relaciones nuevas no sólo con el entorno sino sobre todo dentro de la propia unidad familiar, para mejorar las relaciones padres-hijos, compartir juegos, actividades mil en ambiente distendido... sin las prisas del reloj ni el sometimiento al recurso fácil de la televisión y juegos de videoconsola o de internet.
Las vacaciones son una OPORTUNIDAD de emanciparnos todos de todos los agobios, de vivir con naturalidad el día a día, compartir la preparación de las comidas, hacer las compras, realizar las tareas de la casa en equipo, salir juntos a la playa o la montaña o simplemente patear la ciudad y pasear los parques urbanos disfrutando unos de otros.
Las vacaciones son una OPORTUNIDAD para fortalecer lazos familiares y reconocernos mutuamente los esfuerzos y apoyos, especialmente con los abuelos que tantas veces nos sacan de apuros -cuando ello les es posible-.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Vamos por delante de los acontecimientos... o más bien vamos a remolque?. Si acaso nos ocurre lo segundo ¿cuáles son las causas?, ¿cómo solucionar esto?.
  • ¿Para que es importante la "previsión" y el análisis de las ventajas e inconvenientes de cada opción a tomar?.
  • ¿Imponemos a nuestra pareja nuestro criterio o más bien buscamos juntos, cada cual desde su perspectiva, la mejor forma posible de educar adecuadamente a nuestros hijos, también en el uso del tiempo libre?. ¿Qué beneficios tiene proponer alternativas realmente compartidas en vez de impuestas?.
  • ¿Para qué buscar la implicación de los hijos -en la medida de sus posibilidades- tanto en la elaboración o elección de una alternativa como en su ejecución?.
Unos apuntes más:

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