miércoles, 12 de diciembre de 2012

Valores en la familia

Normas para hacer de los hijos unos delincuentes:
  1. Dadle desde la infancia todo lo que quiera: de este modo llegará a mayor convencido de que el mundo entero le debe todo.
  2. Si dice tonterías, reídselas: así creerá que es gracioso.
  3. No le deis ninguna formación espiritual: cuando sea mayor de edad, ¡ya escogerá él solo!.
  4. No le digáis nunca: “Esto está mal”. Podría crearse complejos de culpa y más tarde cuando, por ejemplo, sea arrestado por el robo de un coche, estará convencido de que la sociedad es quien le persigue.
  5. Recoged todo lo que él tira por los suelos: así se convencerá de que todos los demás están a su servicio.
  6. Dejadle leer todo: desinfectad su vajilla, pero dejad que su espíritu se recree con cualquier torpeza.
  7. Discutid siempre delante de él: cuando vuestra familia esté destrozada, él no se dará por enterado.
  8. Dejadle todo el dinero que quiera, de modo que no sospeche que para poder disponer de él se deba trabajar.
  9. Que todos sus deseos estén satisfechos: comer, beber, divertirse, confort…, ¡de otro modo resultará un frustrado!
  10. Dadle siempre la razón; los profesores, la gente, la ley, siempre desean mal a aquel pobre muchacho…
  11. Cuando ya sea un desastre, proclamad que nunca habéis podido hacer nada por él.
  12. Os habéis preparado una vida de dolores y, seguramente, la tendréis.
Dirección General de Policía de Seattle (Washington)
Definición de valor:
Un valor es todo lo que vale. Entre varias alternativas que me ofrecen, escoger la mejor. Cuando opto por ella, me siento feliz y me cuesta poco trabajo aceptar, encarnar el valor. El valor implica elección y compromiso. Los valores se viven y ofrecen a los demás, pero no se imponen. ¿Qué se pretende con un valor?: Promocionar y hacer crecer a la persona.
Creemos conveniente que en pareja se mediten estas preguntas:
  1. ¿Cuáles son nuestros valores?.
  2. ¿Qué cosas nos quitan el sueño? (¿La educación de los hijos, el dinero,...?. Elaboremos una lista con lo que nos parece que es importante para la familia y reflexionemos y dialoguemos sobre ello).
Algunos valores:
  • Autoestima: Quererse uno mismo, valorarse.
  • Afectividad: Estimar y querer a los que nos rodean, hijos, amigos, compañeros.
  • Cooperación: Aunar esfuerzos con los demás, con los que nos rodean.
  • Diálogo: Ser capaces de hablar, entendernos, escucharnos.
  • Esfuerzo: Tener capacidad de ser responsables, hacer lo que tenemos que hacer.
  • Humor: Tomarse las cosas como vienen, con alegría y buen talante.
  • Lealtad: Tener capacidad para no engañar a los otros.
  • Comprensión: Estar atentos a lo que los otros nos quieran decir.
  • Escucha: Respetar, sabiendo siempre que los demás tienen mucho que enseñarnos.
  • Disponibilidad: Apertura, donación, acogida a los otros, a los que viven con nosotros, hijos, pareja, etc… Dedicar tiempo.
  • Tolerancia: Apertura aunque no compartamos su forma de pensar, actuar o sentir sin tolerar lo intolerable.
  • ...
Tengamos en cuenta lo siguiente: La adolescencia es el momento de buscar y verificar ideales. Por ello se vuelven críticos, analíticos y se dan cuenta de las injusticias y las desigualdades. Es, por tanto, el momento en que van a entender las grandes propuestas religiosas, políticas, sociales y culturales. 
Para educar no basta con que el hijo apruebe el curso, con que corrija defectos, con que aprenda inglés y maneje Internet con pericia. El crecimiento de la persona viene del descubrimiento del para qué de su vida, de un horizonte de sentido. Cuando esta falta, la vida tendrá que llenarse de algo. Y hoy la propuesta del ambiente para los jóvenes es clara: divertirse y vivir sin responsabilidades. Siempre adolescentes: complejo de Peter Pan. Y ésta es la explicación última de su debilidad endémica ante desórdenes de horario, ante el consumo compulsivo de alcohol los fines de semana, de la teleadicción, de la violencia, de la apatía existencial, etc.

Decálogo de actitudes básicas para padres de adolescentes.


  1. Estar siempre abiertos al diálogo sin perderse en discusiones secundarias (ropa, aspecto, cuarto, afición). En todo caso, dar razón de lo que se les propone.
  2. Ni autoritarios ni permisivos. Exigentes pero comprensivos. 
  3. Tratarlos por lo que son y por lo que están llamados a ser, no por lo que hacen o tienen.
  4. Nunca subestimar sus problemas ni decirles que “eso es una tontería”, pues para ellos no lo son.
  5. Paciencia y sentido del humor.
  6. Ser ágiles en perdonarles. Ser oportunos al corregirles.
  7. Saber que lo que necesitan del padre es que sea padre y de la madre, madre. Pero, aunque padres, sabiendo negociar con ellos.
  8. Ante respuestas agresivas, extrañas o desagradables, no responder con agresividad, o hacerse los agraviados: incrementaríamos su respuesta.
  9. Mantenerlos cortos de dinero. Nunca premiar con bienes materiales. El premio a su actuación responsable es la misma madurez y el reconocimiento paterno.
  10. Amor por encima de todo. Necesitan más atención y cariño que un bebé. Por eso habrá que saber esperar siempre, creer siempre en ellos.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • De las 12 normas "para hacer de un hijo un delincuente"... ¿cuál de ellas, o cuáles, nos suenan cercanas a nuestra experiencia?, ¿podemos hacer algo para salir de esa trayectoria?, ¿cómo?. ¿Qué ayudas necesitaríamos?.
  • Del decálogo "para padres adolescentes", si es nuestro caso, ¿qué propuesta de esas diez nos parece más necesaria?, ¿cómo podríamos llevarla a cabo de manera más exitosa que hasta la fecha?.
 PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:

No hay comentarios:

Publicar un comentario